domingo, 24 de noviembre de 2013

# Nadie vendrá a salvarme.

No quiero despertarme con nadie al lado de la cama porque creo que ni siquiera quiero despertarme.
Sólo me apetece quemarme los labios, hacerlos sangrar, y seguir quebrándolos como si fueran papel.
Quiero ser una cerilla, astillarme, partirme y dejar de ser, de existir.
Porque hay días en los que ni siquiera dormir alivia y hoy tengo la esperanza muerta.
¿Cuanto llevo así?, ¿por qué empezó todo? No lo sé, y creo que no hay peor duda que esa.




Tengo aparentemente todo, y yo no siento nada, -creo que debería marcharme-, estoy cansada de todo esto, y el problema no es el problema, el verdadero problema es que no sé saber cual es el problema.
-Supongo que yo. Siempre yo-.


La verdad es que estoy cansada, que una parte de mi quiere acabarse, y otra me dice que no puedo parar, y lo peor de todo es que estoy quieta y estática en el mismo lugar, consumiéndome a mi misma e intentando avanzar.
-Es como estar ahogándote y ver a todo el mundo respirar-.


Con el tiempo uno crece, y se va dando cuenta de que nadie va a venir a salvarte, que todas esas fotos de internet de abrazos y de frases, de habitaciones perfectas con una pareja durmiendo, de todos esos desayunos divertidos y abrazos frente al espejo, no son más que mentiras; imágenes prediseñadas y que a lo mejor ni siquiera existen, quiero decir, ¿por qué no van a ser modelos?, ¿por qué no va a ser un escenario?


Nada es real de todo en realidad, así que, con el tiempo uno se da cuenta de que nadie va a venir a salvarlo, y aunque sea duro, no es imposible vivir sin quererse y sin cuidarse, duele, cuesta más, es duro, pero igualmente confortable pasado uno años y acomodándose a no sentirse bien nunca, aceptando que se es así, roto, manojo de heridas y un agujero negro introspectivo.


''Nadie va a venir a salvarme'' -Una y otra vez en la cabeza-.
''Nadie va a venir a quererme como soy'' -Una y otra vez en la cabeza-.
''Nadie va a venir a necesitarme, a tener miedo a perderme, a estar aquí conmigo, a no cansarse de mi'' -Una y otra vez-.
''Naide va a venir a hacer que dejes de sentir que no eres suficiente''
''Nadie va a venir''
''Nadie''
''Nadie va a venir a salvarme''



¿Y qué?
Al fin y al cabo,
nadie se enamora de la chica triste,
nadie besa a la chica de las cicatrices.







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